Fama

Resurgir como el Ave Fénix

Sábado, 21 de marzo de 2020, hace una tarde desapacible y con lluvia y por eso he decidido quedarme en casa (no he podido evitar la broma).

A veces el destino es extremadamente caprichoso y uno se ve envuelto en situaciones por las que jamás apostarías que ibas a pasar.  El título que le he puesto a esta entrada de blog creo que resume perfectamente todo lo que nos ha ocurrido en la empresa en los últimos 3 días, es decir, de cómo estar en la “mierda” más absoluta para terminar viviendo algunos de los días más emocionantes de nuestras vidas (no creo que exagere si hablo en nombre de algunos compañeros).

Nos ponemos en modo Corona-virus, está muy de moda.  Las malas noticias se acumulan en los medios de comunicación y esto va en serio, se avecina desastre económico y en la empresa debemos tomar decisiones. Lo más coherente y casi irremediable parece el Erte temporal, pero nos resistimos a parar la actividad y decidimos aguantar hasta el día 27 de marzo como plan A (también preparamos el B e incluso el C), a partir de ahí seguir es imposible porque la cadena productiva ya se ha roto en 20 pedazos y no hay forma de continuar (esto es un guiño a la lógica de Erte por Fuerza Mayor).

El miércoles 18 por la mañana y siguiendo nuestra política de transparencia hacia la plantilla, no queda más remedio que explicar la situación a todo el mundo. Tengo que salir sección por sección y contarles lo que va a ocurrir. Necesito prepararme previamente porque no son buenas noticias, en fábrica hay más silencio del habitual, el normal ajetreo y la alegría de una empresa que funciona bien no está. Reúno a los compañeros, sección de cada área y les explico cómo están las cosas, veo sus caras, expresiones de incertidumbre, fragilidad, de no tener el control sobre lo que está pasando, esto no es normal en esta empresa. Veo todas esas caras y en ocasiones tengo que aguantarme las lágrimas porque no me pueden ver llorar, mi papel en ese momento es el de transmitir tranquilidad a pesar de todo y no debo derrumbarme.

Esa misma mañana nos llaman del hospital de Yecla, ya tenemos el primer positivo por corona-virus en el pueblo y el centro no tiene suficientes mascarillas y epis para poder trabajar con seguridad. Tras aprobar el tejido y el diseño de las mascarillas por las autoridades médicas del hospital, algunas de nuestras compañeras del cosido ya empiezan a trabajar en ellas, pero de repente, sobre las 13h todo se viene al traste. La hermana de un compañero da positivo en coronavirus. Hablamos con él por teléfono y nos dice que lleva 2 semanas sin verla y que no tiene síntomas, el único nexo común son los padres, sin embargo y por seguridad decidimos parar la actividad, no nos la podemos jugar y poner en peligro la salud de nuestra gente, nos vamos todos a casa, incluido el tema de las mascarillas.

Por la tarde Félix empieza a recibir mensajes de las compañeras, “es una lástima, en el hospital nos han pedido ayuda y debemos seguir, tenemos que intentarlo, Félix vamos a seguir, no los podemos dejar tirados”. ¿Qué creéis que hacemos?, pues eso, fabricar mascarillas.

En cuanto se corre la noticia de que vamos a fabricar mascarillas son muchas las voluntarias que se ofrecen, cosedoras de plantilla y algunas autónomas que tienen vinculación con la empresa, se organizan turnos y empezamos a fabricar ese mismo miércoles por la tarde y también el jueves, día de fiesta, ¡y qué más da joder!, hay prisa.

Las chicas trabajan como jabatas durante esas primeras horas, pero hay que hacer algo más.  Comentamos con marketing que hay que viralizarlo en Yecla. No con la intención de hacernos publicidad ni mucho menos, hay que movilizar a otras empresas. Si algo tenemos en la ciudad es material TST (con el que fabricamos las mascarillas) y profesionales del cosido, tenemos que moverlo y que se una todo el que quiera. A través de Cetem, ya hay contactos, pero necesitamos actuaciones rápidas y sin burocracia. 

Nosotros empezamos a darle movimiento en redes sociales. Se graba un tutorial para explicar cómo se pueden fabricar las mascarillas y las normas de higiene y seguridad necesarias y se publica en las redes y ¡BINGO!, empiezan a llamar los medios de comunicación. A partir de ahí, ayer viernes 20 de marzo todo se precipita para bien a una velocidad de vértigo.  Las empresas empiezan a responder, comienzan a adaptar sus instalaciones, limpieza, desinfección, se multiplican los voluntarios que quieren colaborar. Cada uno aporta lo que puede o lo que tiene, dos cosedoras, tres, 20, material TST, máquinas de corte, operarios, logística.  De repente ya no solo vamos a fabricar mascarillas sino también pijamas, gorros, protecciones para los pies.  Cada vez hay más empresas involucradas, más de treinta, todo es muy emocionante.

Los medios de comunicación hacen su trabajo, informativos regionales, locales, radios a nivel nacional. Vienen de Antena 3, La Sexta, 7 Región y no paramos de salir en los medios de comunicación. El efecto llamada se precipita y las mascarillas hechas en Yecla aparecen en numerosos informativos a todas horas.

Desde por la mañana, la oficina es un continuo ir y venir de gente a por mascarillas, cuerpos de seguridad, Ayuntamiento, empresas que tienen cosido y vienen a por material, empresas que traen material, medios de comunicación que llaman por teléfono, colectivos de la comarca que nos piden ayuda.

Por la tarde el ritmo aumenta, nos llaman de todos sitios, cooperativas de pueblos de Albacete para llevarse material, empresas textiles de la Región de Murcia.  Las mascarillas de Yecla han conseguido ser noticia y entonces nos damos cuenta de la verdadera dimensión del problema.  No paramos de recibir llamadas y emails con peticiones de mascarillas: hospitales regionales, de otras provincias cercanas, Andalucía, Madrid, Cataluña, Asturias, residencias de ancianos, farmacias, supermercados, clínicas, comedores sociales y un largo etcétera. Todos nos piden ayuda porque están desesperados.  Sin darnos cuenta la oficina se ha convertido en un call-center y lo que hacemos allí es atender llamadas, responder emails e intentar coordinar todo lo que nos está llegando que es muchísimo. Nos da mucha pena tener que decirle que no a gente de Madrid y otros lugares, no podemos llegar a todo.

Paralelamente a través de las redes sociales, emails, whatsapp, llamadas telefónicas no paran de llegar muestras de cariño, de ánimo y de agradecimiento por lo que estamos haciendo. Cientos de mensajes que te hacen llorar y emocionarte. Los vamos a guardar todos, seguro que haremos algo bonito con ellos porque son una verdadera fuente de adrenalina y de optimismo.


Esta “locura” merece la pena y ahora no la podemos parar.  Hoy sábado por la mañana hemos tenido otro turno de cosido y hemos decidido descansar un poco hasta el lunes. Sobre todo, las chicas están cansadas y necesitan estar con sus familias porque fuera de la burbuja de las mascarillas, los problemas derivados del coronavirus siguen estando ahí, la incertidumbre hacia el futuro, el no saber qué es lo que va a pasar.

Todo esto lo he relatado de manera frenética a propósito ya que así fue, frenético y muy intenso, como una bola de nieve maravillosa que no para de crecer.

El lunes nos volveremos a reunir para seguir fabricando mascarillas y seguir atendiendo solicitudes. Suponemos que habrá más llamadas de auxilio de numerosos centros sanitarios y mientras tengamos fuerzas y material no podemos-debemos parar.

El destino o la casualidad quiso que el hospital de Yecla contactara con nosotros y en Fama empezamos nuestra pequeña historia con las mascarillas. Afortunadamente nosotros sólo escribimos el primer capítulo, a partir del segundo esta es la historia de las mascarillas fabricadas por las empresas de Yecla, no sabemos cuántos capítulos habrá que escribir ni cuándo llegará el final, pero sí sabemos que todos juntos, coordinados y con esfuerzo vamos a dar lo mejor de nosotros mismos para intentar ayudar en esta pesadilla que nos ha tocado vivir.


Para que podáis haceros una idea de la dimensión que esto ha tenido en sólo tres días, os voy a enumerar algunos de los colectivos o centros donde ya han llegado las mascarillas de Yecla: hospital Vírgen del Castillo, Morales Meseguer, Arrixaca, residencia San Isidro, residencia de ancianos de Caudete, hospital de Hellín, hospital de Albacete, ayuntamiento de Fuente Álamo, residencia de mayores en La Nucía, policía local, policía nacional, Guardia Civil, panaderías, supermercados, carnicerías, familiares de posibles positivos aislados en sus viviendas, Cáritas Murcia y Cartagena, centros de salud de Yecla y Caudete, residencias en Elda y Jumilla, residencia en Almería, notaría, Ampy, asesorías laborales, seguro que me olvido de alguno.  Es nuestro deseo que esto sea sólo el principio de una larga lista a la que podamos llegar.

Por último y muy importante, me gustaría nombrar a todas las empresas que se han unido a la causa de las mascarillas, pijamas y demás epis que nos están demandando nuestros héroes sanitarios.  Espero no dejarme ninguna, a todas ellas, nuestro más profundo agradecimiento, nunca habrá palabras suficientes para poder valorar vuestro gesto y cuando todo esto pase, cuando se acabe la pesadilla, seguro que encontraremos la forma de celebrarlo juntos de alguna manera:
FAMA SOFÁS, COLCHONES ECUS, GOBIK, GOMARCO, CREVIN, PLUMAS YECLA, EDEKO, SOMIERES AZORÍN, CANDELA TAPIZADOS, MILLANI, QUALITY SOFÁS, TAPICERÍAS NAVARRO, COLORSOFÁS, DINA TAPIZADOS, TM SILLERÍAS, MAYOR TAPIZADOS, FRAJUMAR, SOFFRAN, TAYBER, DOLCE CONFORT, DWINMA TAPIZADOS, FRANCISCO MUÑOZ MORA, YAKKAR, ACOMODEL, VALERY RELAX, TECNI-NOVA, MOPAL, SUINTA, PEDRO ORTIZ, MOBEL YECLA, PACO MORENO, CABANES&ORTUÑO, AYUNTAMIENTO DE FUENTE ÁLAMO, COOPERATIVA DE VOLUNTARIAS DE BIENSERVIDA (Albacete), MOBELSPORT de Totana y otras muchas empresas que sabemos estáis colaborando con vuestros recursos, también numerosos voluntari@s que se han ofrecido a ayudar de la manera que sea. A todos MIL GRACIAS DE CORAZÓN.

José Ángel Mayor López Responsable RRHH en Fama Sofás