El color amarillo se relaciona generalmente con el sol, la vida, la energía y las buenas vibras. Se caracteriza por ser brillante y llamativo, lo que hace que sea un color representativo de la alegría y la felicidad, así como de la creatividad y la inteligencia.
En sus tonalidades más vivas se recomienda utilizarlo para aportar luminosidad con pequeños toques como cojines o complementos similares para no recargar el ambiente. Si utilizamos en cambio los que tienen un tono más ocre (amarillo mostaza, dorados, etc.) podemos utilizarlo tanto en piezas pequeñas (cojines, sillas o puffs) como más grandes (sillones, sofás pequeños, etc.).
Podemos combinar el amarillo con tonos neutros como el beige o el gris. También podemos ser más atrevidos y jugar con colores como el azul, el verde, el amarillo o el naranja.
